Consumo de pantallas

Pantallas y niños: una relación peligrosa

Los nativos digitales ya no llegan al mundo con un pan bajo el brazo, sino con un dispositivo móvil al que estar permanentemente conectados. Los niños de hoy en día pasan más tiempo que nunca frente a ‘smartphones’, tabletas, televisores u ordenadores; en definitiva, frente a una pantalla. Y esto puede tener consecuencias nefastas para su salud, incluida la salud ocular.

El uso abusivo o incontrolado de dispositivos electrónicos aumenta el riesgo de sufrir miopía en los niños. Al mirar un móvil o una tableta, se focaliza mucho la visión central y eso puede ocasionar fatiga visual, visión borrosa o estimular la aparición de la miopía.

En este sentido, según una encuesta del Colegio Oficial de Ópticos y Optometristas de Catalunya, cerca del 30% de los niños menores de 8 años usa el móvil a diario, lo que hace que su graduación en miopía se haya incrementado en 1,75 dioptrías en los últimos cinco años. Prevenir la miopía es importante, además, porque se relaciona con el fracaso escolar. Más aún cuando se ha dejado atrás un curso escolar muy peculiar. Debido a la crisis del Covid-19, este año se ha adoptado una transformación en el aprendizaje y muchos —sobre todo los adolescentes—han estudiado en casa de manera virtual.

La Academia Americana de Pediatría recomienda que, hasta los 2 años de edad, los niños no estén expuestos a ninguna pantalla y que de los 2 a los 5 años no pasen más de una hora y media frente a un dispositivo. Fomentar otro tipo de actividades más creativas, con interacción social y en ambientes externos, es mucho más saludable para todos. A partir de los 7 años, los adultos deben prestar, sobre todo, mucha atención al contenido al que acceden y no superar tampoco esa hora y media de consumo digital. En algunos casos, los padres deberán recurrir a horarios y normas que establezcan la cantidad de horas frente a una pantalla. La recomendación, finalmente, para los adolescentes es que no haya pantallas en sus dormitorios.

Prevenir el abuso de pantallas en los niños 

1.- Los padres deben supervisar el tiempo (y el contenido) frente a la pantalla. Hay que asegurarse que el mundo digital no interfiera en el sueño del niño ni le prive de ejercicio físico y juego activo..  

2.- Tomar descansos frecuentes. Levantarse y pasear, mover el cuerpo y alejar la vista de la pantalla.  

3.- Los padres deben transmitir que este abuso puede ser perjudicial para la salud y proponer y enseñar hábitos saludables cómo pasar tiempo al aire libre.  

4.- Los hijos tienen un claro modelo a imitar: sus padres. Por lo tanto, ellos tienen el deber de predicar con el ejemplo.

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