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¿Sueñan los androides con la inteligencia humana?

El ámbito laboral es uno de los principales campos de aplicación de la IA, por la optimización de recursos. Sin embargo, el futuro augura una transformación radical en la concepción del trabajo.

POR Enric Ros | 18 Marzo 2024

El cine ha insistido en ofrecer una visión catastrofista de la presencia de los robots y la inteligencia artificial en nuestras vidas. El film de Stanley Kubrick 2001: Una odisea del espacio (1968) narraba la rebelión del gran cerebro cibernético HAL 9000; la cinta de Ridley Scot, Blade Runner (1982) –que adaptaba el relato de ciencia-ficción de Philip K. Dick titulado ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?– mostraba a replicantes que llegaban a emular a los humanos en los dilemas más íntimos, como el temor a la mortalidad; y la más reciente Her (2013), de Spike Jonze, reflejaba la particular relación entre un hombre introvertido y taciturno y un seductor sistema operativo como síntoma de cierta soledad contemporánea.

 

Muchas voces comentan hoy la posibilidad de que la IA pueda quitar puestos de trabajo a las personas. Rubén Cruz está convencido de que “incidirá en ciertos ámbitos como el científico o el artístico, pero sobre todo servirá para complementar nuestra labor”. Para explicar las capacidades de esta tecnología, apela a las famosas películas de superhéroes de la saga de Los Vengadores: “La IA es como el robot llamado Ultrón, una especie de superhumano que, gracias a los poderes de la Gema de la Mente, se nutre de toda la experiencia humana”.

 

Un eficaz copiloto

Juan de Dios Llamas está convencido de que la IA tendrá una función de “copiloto”: “Sobre todo va a ser un asistente que impactará en todos los sectores y permitirá desarrollar muchas más tareas. Sin embargo, aún no hemos llegado a la siguiente fase, la de una IA general que sepa de todo y consiga hacer cualquier cosa mejor que un ser humano. Este es un horizonte para el que aún falta algún tiempo, quizá unos tres años, pero que puede transformar más radicalmente nuestra concepción del trabajo”, añade. Es, sin lugar a dudas, un escenario incierto, pero repleto de estimulantes opciones, que –como veremos a continuación– pueden tener algunas de sus aplicaciones más interesantes, e incluso revolucionarias, en campos científicos como el de la medicina.

 

La ‘influencer’ que nunca estuvo 

Aitana López. Alma virtual

 

Virtual soul (“alma virtual”). Así se autodefine Aitana López, una influencer que, en el momento de escribir estas líneas, cuenta ya con 299.000 seguidores en Instagram. Pero Aitana es algo diferente de otras celebridades que consiguen concitar una gran atención en esta red social. Aitana no es, en realidad, “humana”, sino que ha sido generada con inteligencia artificial. Sus “padres” son los jóvenes diseñadores de la agencia barcelonesa The Clueless, Rubén Cruz y Diana Núñez.

Tal como explica Cruz, su misión es “crear modelos en IA que puedan promocionar productos de marcas para determinados nichos de mercado e inventar personajes que sirvan de imagen para una compañía determinada”. Las ventajas son evidentes: Aitana nunca enferma y no es “cazada” por los paparazzis en algún momento inoportuno; ni siquiera necesita inversiones logísticas, como billetes de avión o habitaciones de hotel, para aparecer siempre fresca y reluciente en las fotografías.

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Una medicina de precisión

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La importancia de preservar el factor humano

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La era de la inteligencia artificial

La aplicación de la inteligencia artificial causa asombro y también una inevitable incertidumbre. Sin embargo, en el ámbito de la salud, puede servir para llevar la formación, la investigación o la...